El ejercicio, clave para envejecer con salud

Mantenerse físicamente activo a medida que envejecemos puede llegar a ser complicado, y hay muchas razones por las que mantenerse activo puede resultar difícil. Aunque puede resultar duro, mantenerse activo es uno de los elementos clave para la longevidad. La influencia positiva de la actividad física en el organismo es muy amplia. A continuación se enumeran algunos de los beneficios más destacados que se pueden conseguir fácilmente haciendo ejercicio de forma constante

Mantener o perder peso

La actividad física requiere energía. Dependiendo de la duración y la intensidad de la actividad, se queman calorías y se estimula el metabolismo y el sistema digestivo. De este modo se garantiza la eficacia del proceso por el que el organismo recurre a los distintos sistemas para obtener energía. Mantenerse en un peso saludable puede ayudar a preservar la salud de las articulaciones y prevenir la aparición de muchas enfermedades relacionadas con el peso.

Salud cardiovascular y del corazón

La actividad física impone una mayor exigencia tanto a los pulmones como al corazón para suministrar oxígeno a los músculos y órganos. Al estimular este sistema, se asegura de que su sistema cardiovascular siga funcionando a un alto nivel. Es esencial garantizar la solidez de este sistema. Las cardiopatías son muy frecuentes en la población anciana y sedentaria.

Músculos y huesos

El crecimiento muscular y la salud ósea también se estimulan durante la actividad física. Esto es especialmente cierto para el entrenamiento de resistencia o las actividades relacionadas con la fuerza. Cuando se coloca una carga sobre una articulación determinada, se requiere la activación de ese músculo para completar esa actividad o movimiento. Los huesos responden a este peso fortaleciéndose y haciéndose más fuertes y densos. Unos huesos y músculos fuertes son esenciales para mantener la funcionalidad y la independencia a medida que se envejece.

Movilidad y equilibrio

Existen numerosas modalidades de actividad física que mejoran la movilidad articular y el equilibrio. Esto ayuda a garantizar que los músculos y las articulaciones funcionen correctamente y puede ayudar a prevenir dolores o lesiones asociadas a malas posturas o desequilibrios musculares. Al ejercitar el cuerpo de este modo, se mejora el equilibrio y la coordinación. Ser capaz de controlar los movimientos puede ayudar a prevenir o limitar el riesgo de lesiones y caídas repentinas.

Se fomenta la variedad

A medida que envejecemos, es más importante incorporar la actividad física a nuestro estilo de vida. Variar los modos de actividad no sólo puede mantener la actividad nueva y divertida, sino que puede ayudar a trabajar diferentes partes del cuerpo que son importantes para mantenerse activo a medida que se envejece. Si actualmente se considera una persona inactiva, nunca es tarde para hacer esos cambios. Siempre puedes empezar con actividades básicas, como estiramientos o paseos, e ir aumentando poco a poco. Siempre hay algo mejor que nada.