El día de la mudanza: Con dolor de hombro

El día de la mudanza: Con dolor de hombro

enero 29, 2014

 

No importa lo organizado o planificado que esté, cualquier día de mudanza va a ser estresante. Ya sea al otro lado de la ciudad o del país, empezar de nuevo en un lugar nuevo puede hacerle sentir una combinación de emoción y ansiedad. Incluso cuando lo tienes todo bajo control y planificado al dedillo, cuando llega el día de la mudanza sigue pareciendo un shock. Cuando se añade el dolor de hombro a la mezcla, puede surgir toda una nueva dimensión de dificultades.

Tanto si el hombro le molesta debido a una lesión como a una inflamación, e independientemente de la fase de recuperación en la que se encuentre, es fácil que un acontecimiento importante de la vida, como una mudanza, altere sus progresos. Puede que te hayas curado bien y hayas seguido todas las instrucciones del médico, pero cuando llega el día de la mudanza es muy fácil esforzarse demasiado y retroceder. Por suerte, hay varias cosas que puede hacer para que la mudanza le resulte más fácil a usted y a su hombro.

Estire
Por muy ocupado que esté el día de la mudanza, tómese su tiempo para estirar antes de levantar nada, a fin de calentar el hombro y flexibilizar los músculos y tendones. Esto ayudará a prevenir lesiones debidas a rigidez o tirantez y reducirá al mínimo la posibilidad de un brote.

Controle sus movimientos
En general, el hombro es más propenso a lesionarse cuando está por encima y por detrás de la cabeza. Debe evitarse levantar objetos por encima del nivel de los hombros. Los movimientos con los codos pegados a los costados y las manos estiradas hacia delante son los más seguros para la articulación del hombro.

Aceptar ayuda
Aunque es tentador intentar ser un héroe, asegúrate de aceptar toda la ayuda que te ofrezcan tus amigos y vecinos. Muchas manos hacen un trabajo rápido y ligero, y cuantas más personas te ayuden, mejor irán las cosas. Lo cierto es que cuanto más levantes, más probabilidades tendrás de que el dolor aparezca.

Comunicar
Asegúrate de expresar tus limitaciones a todas las personas que te ayuden y a todas aquellas con las que te traslades. No levantes nada que pueda ser peligroso para ti, ni te muevas de forma que pongas en peligro tu hombro (véase más arriba). Informar a todo el mundo de lo que puedes y no puedes hacer pone a todos en la misma sintonía y les permite ayudarte con mayor eficacia.

Contratar ayuda
Puede parecer un gasto innecesario, pero no dude en contratar a una empresa de mudanzas, sobre todo si se trata de objetos muy pesados, como muebles grandes y electrodomésticos. Su experiencia y ayuda pueden ser increíblemente valiosas, sobre todo si le preocupa hacerse daño.

Conozca sus límites
Asegúrate de descansar cuando lo necesites y, si te empieza a doler el hombro, date permiso para parar, descansar y replantearte la situación. Es posible que tenga que cambiar de táctica o aceptar más ayuda a mitad de la mudanza, lo cual está bien. Dejemos que las cosas cambien si es necesario.

Si tiene en cuenta estos consejos, el día de la mudanza podrá transcurrir sin sobresaltos ni tensiones innecesarias. Centrarse en hacer una buena mudanza significa que puede dedicar su energía y atención más rápidamente a deshacer las maletas (con cuidado) y disfrutar de su nuevo hogar.

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