Dolor de hombro: ¿cuándo debo ir al médico?

La respuesta fácil a cualquier pregunta sobre dolor, molestias o sospecha de enfermedad en el hombro es «vaya a ver a su médico». Pero no siempre es tan fácil como acudir a la consulta de su médico de cabecera siempre que tenga alguna duda o preocupación sobre esta articulación. Las molestias y los gastos de una visita al médico pueden ser prohibitivos, y puede ser difícil saber qué es una preocupación extremadamente menor que desaparecerá por sí sola, y qué podría requerir atención médica inmediata (más allá de las lesiones obvias). Si tienes dudas sobre si lo que estás experimentando necesita o no la atención profesional de un médico, aquí tienes algunas pautas que te ayudarán a decidir cuándo es necesario concertar una cita.

Gravedad del dolor

Todos nos ponemos rígidos y doloridos de vez en cuando, tanto si nos esforzamos demasiado en el gimnasio como si decidimos ser héroes y ayudar a un amigo con una mudanza. En general, un antiinflamatorio de venta libre, como el ibuprofeno, debería reducir el dolor a un nivel manejable. Cualquier dolor también debería mejorar de forma constante y desaparecer por completo en unos días. Si el dolor persiste durante varios días, no responde a una dosis normal de analgésicos o es inusualmente intenso, debe ponerse en contacto con su médico.

Señales de advertencia visibles

Hay varias señales visuales que pueden indicar que algo más grave puede estar mal en su hombro y se debe buscar el consejo de un médico.

• Mucha hinchazón visible alrededor de la articulación.
• Enrojecimiento, especialmente cuando va acompañado de una articulación caliente al tacto.
• Hinchazón repentina y visible.
• Una articulación que parece visiblemente deformada o fuera de lugar.

Si observa alguno de estos signos, lo mejor es que acuda a un médico.

Otras sensaciones

Aunque solemos hablar sobre todo de dolor cuando se trata de problemas articulares, hay otras sensaciones físicas además del dolor que pueden indicar que ha llegado el momento de consultar a un médico.

• Pérdida repentina de la amplitud de movimiento o rigidez extrema.
• Debilidad, sensación de inestabilidad o incapacidad para mover la articulación.
• Entumecimiento u hormigueo alrededor de la articulación o incluso en las extremidades más próximas a ella. Esto es especialmente importante porque podría indicar lesión de un nervio por inflamación o pinzamiento, que debe tratarse con prontitud para evitar daños permanentes.

Visitar al médico puede resultar caro y engorroso, por lo que muchas personas prefieren esperar a ver si el problema del hombro desaparece por sí solo. Para los pequeños dolores y molestias, puede que no sea un mal consejo, ya que muchas pequeñas tensiones o dolores se curan rápidamente por sí solos. Hay varias señales de advertencia que indican que definitivamente debe pedirle a su médico que examine cuidadosamente su hombro y, con suerte, estos consejos le ayudarán a tomar la decisión correcta si alguna vez se pregunta cuándo es el momento de obtener algún consejo médico.